28 noviembre 2008

Cabo Sounion II

[Fragmento HA 2a,2]


(viene de "Cabo Sounion I)
- Espera. Pensemos bien antes de hacer nada, por favor.
- ¿Pero qué dices? ¿Qué hay que pensar idiota?
- ¡No me insultes!
- Suéltame, voy a avisar- forcejeó para liberarse.
- ¡No! -Arturo aumentó la presión sobre los brazos.
- ¡Ya está bien! ¿Te has vuelto loco?
- No, pero...
- ¿Si tu fueras él, no te gustaría que yo avisara a alguien?
- Sí. Bueno...
- ¿Eh?
- No lo sé, estaría muerto. Ni siquiera estaría en este mundo -dijo Arturo.
- ¿Y tú qué sabes? Me sentiré culp...
- No podemos hacerlo. Pensarán que hemos sido nosotros.
- Basta de repetir todo el rato lo mismo. Es absurdo. ¡Suéltame de una vez!
Se liberó y empezó a correr hacia el bar. Arturo lo siguió y consiguió pararlo otra vez, aunque casi cayeron los dos al suelo. El polvo que se había levantado en la carrera caía hacia el suelo otra vez (eso, percibir eso, es algo terrible).
- Bueno, bueno, escucha -dijo Arturo-. ¿Estás seguro de que avisar es los mejor?
- Sí. Ya te lo he dicho: ¡Sí! No insistas más.
- Está bien, te acompaño... pero espero que no nos metamos en ningún lío.
- ¿Quieres parar de decir tonterías? Vamos.
De pronto hacía frío y en cada paso las piernas estabas debilitadas. Miedo, el corazón endurecido, golpeando los pechos como piedras que caen por la ladera (removía la arena con el pie derecho). Guillermo estaba a punto de llorar, tenía los ojos muy abiertos y jadeaba mientras se acercaban al bar. Pero no lloró. Entraron en la cocina y los cocineros los miraron enfadados, ultrajados, disgustados, en medio de la cocción de un pollo o un Mussaka. Fuera fuera, iban a decir. Guillermo explicó lo que había ocurrido y entonces todos los miraron con una mezcla de sorpresa y burla. Guillermo insistió entre jadeos; un muerto en las rocas. Hay un muerto entre las rocas, dijo, dos tres veces, hasta que las caras de los camareros cambiaron de nuevo hacia la seriedad y luego de golpe hacia la alerta, como alguien que asiste a una comedia y de pronto es una película de terror.
- ¿Dónde lo has visto? -pregunto un camarero.
- Abajo, en los acantilados que rodean el cabo Sounion -dijo Guillermo.
- ¿Cómo? ¿Qué hacías allí?
- Estaba dando un pase, ¡no lo sé! Me gusta pasear.
- Cálmate -dijo el camarero- ¿Sabrías indicarnos dónde está?
- Sí.
- Entonces espera un momento.
El camarero habló en griego con sus compañeros y con el supuesto jefe del bar. Comentaban lo ocurrido, pero cuando miraban a Guillermo y Arturo parecía que se estuvieran burlando de sus bañadores, de su juventud imberbe. Después el camarero y un cocinero se quitaron el delantal y les pidieron que los llevaran al lugar de la muerte. Rage against the dying of the night. Guillermo empezó a caminar por la ladera de la colina, hasta la playa. Iban en fila india. Arturo era el último. Rodaban las piedras hacia abajo cada vez que pisaban el suelo, como si todo fuera fragmentario, deshecho en partículas que no lograban unirse. Arturo se sentía extraño En aquel momento deberían haber estado viendo la puesta de sol con los demas turistas. Pero bajaban hacia el cadáver. Se sintió mal porque se dio cuenta de que estaban haciendo lo que debían. Se avergonzaba de haber insistido tanto en marcharse sin decir nada a nadie.
Desde la playa se adentraron por las rocas. Era un camino difícil en el que había que ir con mucho cuidado para no resbalar. Guillermo y los camareros iban un poco más adelantados. Arturo a duras penas superaba los obstáculos. Había escorpiones entre las rocas. Avanzaron durante un cuarto de hora. El primer camarero de vez en cuando se paraba y le preguntaba a Guillermo si quedaba mucho y leugo se giraba y miraba al cocinero encogiéndose de hombros. Se hacía de noche poco a poco. ¿Cómo volverían atrás entre la oscuridad por el camino de las rocas?
(continúa en... III)



The Verve - Sonnet

3 comentarios:

  1. Si, bueno(cuidado con la tilde)
    El polvo que se había levantrado(esa erre). Deberías revisar tus textos antes de publicarlos no? La destreza no se mide por fluidez del relato, sino por la artesanía de las formas.

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  2. Jaja. Gracias por la corrección. En respuesta a tu pregunta diré que no; mejor revisarlos uno o dos días después en la intimidad y con una botella de vino. ;)

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