Están muertos, lo sé, no hay duda de ello; están muertos porque todo lo que me es exterior está muerto; halos a modo de sudarios envuelven sus siluetas en el paisaje. Me parece desplegar así, al azar un inmenso diario que no tiene circulación, y veo estos nombres impresos, estas fotografías usadas, estos titulares, estas fechas y estas cifras, estas siglas destaconadas. Un cementerio en silencio, despojado y con una extensión de diez mil metros cuadrados de viento, ha reemplazado los edificios y las imágenes. Veo la llegada de las generaciones futuras, veo lutos, veo lápidas memoriales. Hoy el mundo se ha roto. Nada vive. El éxtasis y la pena son geometrías.
El diluvio, J.M.G. Le Clézio
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