[Notas]
Recuerdo que en la universidad, en clase de Tradición Clásica, dedicamos algunas horas a discutir sobre dos poemas. Uno era el soneto CLXVI o Mientras por competir por tu cabello, de Góngora, y otro era Amor constante más allá de la muerte, de Quevedo. La premisa y el objeto del debate estaban claros: teníamos qué decidir cuál de esos poemas era el mejor. Y así pasábamos el tiempo en aquella clase de libre elección, divagando y diciendo los mayores disparates. Lo pasamos muy bien. Por supuesto, Góngora terminaba por resultar claro vencedor en el enfrentamiento (en este punto alguno discrepará).
El caso es que el otro día estuve leyendo una entrevista a Lionel Messi. Me llamó la atención que uno de los primeros recuerdos que guardaba de su llegada a Barcelona tuviese que ver con el mar. Me llamó la atención porque recordé otra entrevista a Julio Cortázar en la que mencionaba cierto recuerdo primerizo, también relacionado con Barcelona y también relacionado con el mar. Me ha costado encontrar las fuentes, pero aquí están, y me da la impresión de que si sometemos a votación qué evocación es mejor, la de Messi, igual que el poema de Gongora, tiene cierta cualidad, quizá su concisión, que la hace superior. Bueno, una curiosidad dilettante más. Buenas noches.
Julio Cortázar: También un recuerdo de una playa. Una sensación amenazante de grandes olas que avanzaban, y mucho sol. Un olor a sal... un olor muy extraño, muy inquietante para mí. Evidentemente el niño ve las cosas de una manera mucho más primitiva, sin conceptualización, como una intuición pura.
Lionel Messi: A mi llegada a Barcelona, lo que más me sorprendió fue descubrir que el mar no era azul, como creía, sino gris.
Jajajaja, pues sí que os lo tuvisteis que pasar pipa con la foto "finish" de esos dos últimos versos... Yo siempre he sido más del polvo enamorado, qué le vamos a hacer. Y de Messi, claro. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Deborahlibros! Sí, ese tipo de clases son fabulosas. Otro día el profesor puso una canción de Robbie Williams en la que dice: God Make me pure, but not yet. Casualmente, ese verso también lo dijo San Agustín en sus Confesiones -en latín. En la discusión intentamos descubrir si Robbie Williams había leído a San Agustín, cosa por lo demás improbable, pero no imposible -así lo creo. Respecto a la primera diatriba, fue quizá el último verso del poema de Góngora el que resolvió el equilibrio de la balanza: "En tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada". Me pareció un hallazgo -entonces- situar al humo delante del polvo. Me di cuenta -nunca lo había pensado- de que el humo sube hacia arriba y el polvo baja hacia abajo. Esa particularidad que certifica la tendencia al descenso desmitifica la idea de que con "humo" Góngora usa un arcaismo derivado de la palabra "humus". Esta explicación equivocada aparece en algunas ediciones. Pero ni soy filólogo ni merezco ningún tipo de credibilidad en este asunto. ¡Abrazos!
ResponderEliminarNo, no lo veo al Williams devorando a S.Agustín, pero no seré yo quien lo niegue. Por foto finish me refería a los últimos versos de cada uno de los dos poemas y aunque los dos son inigualables en lo personal siempre he "cojeado" más del lado quevediano, porque para mí Góngora lo remataba con cierto aroma "existencialista" que me daba pereza.Por lo demás soy demasiado culé para no repetirme con lo de Messi... ;-)¡¡Salud!!
ResponderEliminarMessi, un niño, un niño poeta ante el mar, ante la realidad.
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ResponderEliminarEl F.C. Barcelona siempre ha sido una cantera de escritores en potencia, según recuerdo (Tengo en la memoria la presentación de un lateral derecho argentino, hace cinco o seis años, con el pelo largo, ¿cómo se llamaba? -¿Sorín?. Dijo que escribía cuentos en la intimidad, después de los entrenamientos. Relatos, básicamente, juveniles y futbolísticos. Igual que el portero Bonano, O Guardiola, experto en James Joyce, según explicó una vez Vila-Matas. Góngora-Quevedo, tu explicación en verdad es convincente, Joma. Pero de acuerdo con mis comportamientos y actitudes en general artificiosos, no puedo desdecirme. Si tuviera la habilidad de los maestros, sería gongorino -todos mis intentos frustrados se encaminan en ese sentido. bona nit!
ResponderEliminarpues qué poético Messi, quizá sin pretenderlo...
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