25 marzo 2009

If god will send his angels

[Fragmento HA 4,8] (Narrador: Czeslaw)

Corrí las cortinas. Incluso de noche había gente en la piscina. Ya estaba harto de ese espectáculo lacónico de piscina y bikinis cortos y vistosos. Sentía ganas de beber algo, de pensar en mi querida Marguerite, una mujer o una flor, aún no lo sé muy bien. Un bosque o una cordillera, o una espesura de ramas que se cruzan. Me puse a escribir:
Marguerite, podría decir tu nombre cantando o en verso, podría decirlo de memoria o con olvido, con ritmo binario, trocaico, dactílico o verso libre. Cuántos poemas desde aquellas noches en Cracovia en Stare Miasto, cuántos litros de güisqui rancio en el bar literario, vuelos de palomas hacia ninguna parte, bruscos inviernos que no acababan.
Era un día soleado. Uno de los pocos días soleados de la Polonia continental. Aprovechaste ese día para marcharte con Ricardo. Ahora estoy cerca de él. Lo miro desde mi ventana bañándose con su bañador tropical, tan inocente.
Desde entonces la fama, los congresos de narrativa, más mujeres, más, pero nada como tú, Marguerite. Nadie. Nadie que tuviera que beber tanta agua porque pienso demasiado, decías, nadie con esa joven aspiración de torbellino enloquecido, de luna contra el agua o cascada descongelada. Tus ojos de medusa y tus senos, acrópolis de piedra, pirámides antiguas; la forma de coger los pinceles entre el dedo corazón y el índice, por la punta, para luego pintar escenas como nudos en el cuello o velas de barco extendidas, o mares enteros. 
Aún llevo en cada viaje ese retrato que hiciste de nuestra casa, donde vivimos un año. Las plantas aún eran jóvenes pero tú las pintaste maduras y crecidas; pintaste la hiedra abrazando los postigos cuando en verdad sólo era tímido despuntar. Abejas y más flores, Marguerite, ¿eres una mujer o una flor? Y me acuerdo de cómo dijiste: nosotros también aparecemos en el cuadro. Pero yo me acercaba mucho al cuadro y nos buscaba. Pasé días buscándonos tras las ventanas o sobre los tejados, dibujados, y recuerdo cómo tú te reías junto a la chimenea y te caían las gafas hasta la punta de la nariz. Decías: no es difícil, tonto. Pero no te encontraba. Y mientras nos buscaba en el cuadro tu ya empezabas a irte, ¿verdad? Por detrás ya preparabas esa desaparición, ya conocías al español. 
Más tarde, quizá semanas después, cuando otras cenizas –no las que nos habían calentado a los dos, no, otras- llenaban la chimenea y tú ya no estabas, por fin nos encontré. Tenía que haber supuesto antes que tu fragilidad no podría haberse representado de otra forma. El poder de tu penetrante fragilidad, y yo tan necio, buscándolo en tejados o en ventanas; tan prosaico; y tú marchándote a París mientras tanto.
Lo que había de nosotros en el cuadro estaba en el sendero que iba hacia la casa: tus huellas pequeñas y delgadas junto a mis huellas duras y nórdicas. Eso éramos nosotros para ti, huellas apenas imperceptibles en un sendero hacia la casa. ¿Qué podía ser el amor, si no eso? ¿Qué si no una presencia vaga en los jardines, el presagio de una tempestad, el momento de un relámpago? 
Esta noche saldré al balcón y cantaré una canción, una canción que nadie o todos oirán, pero tú, tú ni siquiera estarás aquí.

Czeslaw

4 comentarios:

  1. Masturbatorio. Simplemente, masturbatorio.

    ResponderEliminar
  2. Hostia puta.

    Es muy bueno jefe. Czeslaw ya lo sabía: el poder cambia de manos.

    Abrazo8

    ResponderEliminar
  3. Para mí este fragmento, el HA 4,8, empieza como una canción de Lou Reed y acaba como si recitara Saint-John Perse.

    ResponderEliminar
  4. Hi. He encontrado tu blog de causalidad... me han pasado el enlace... He estado un tiempo leyendo, desde lo más actual que has colgado, a los más antiguos... (el de Jena Jameson me gustó muchísimo) y he decidido comentar aquí creo que debido al video. Adoro a U2... adoro esta canción. Ya al ver el título busqué la canción, aunque me podía pasar como con alguna entrada que tenía título de canción pero que no era acompañada por ella (Lucy in the sky with diamonds, por ejemplo...) pero sí, esta vez el video era el esperado... y lo que hice fue pinchar en el video mientras leía la entrada... Me ha gustado muchísimo, la mezcla de texto y música fue perfecta, algo así como mezclar café y chocolate, o sexo y música, jeje.

    Nada, solo quería felicitarte por el blog y decirte que me pasaré de vez en cuando a leerte.

    Saludos!!

    ResponderEliminar

ShareThis