[Tras encontrar a un cadáver junto a unos caños de agua] Como ocurre cuando un asunto grave pende de la verosimilitud de otro liviano, pronto el pueblo dividido en dos bandos se vio envuelto en una controversia acerca de la semejanza o disparidad de conducta de los cuatro caños: se llegó a afirmar que traían todo el año la misma agua, que no había dos días iguales, que procedían de cuatro manantiales distintos, que cada uno correspondía a una estación del año, que unos eran de agua para beber y otros para hervir; en suma, que nadie conocía la fuente de la que habían bebido toda su vida, al igual que sus padres y sus antepasados. Y cuando el enigma del cadáver se desvaneció sin quedar resuelto, aún coleó por mucho tiempo el problema de la fuente, a la que muchos dedicaron horas de estudio, análisis y discusión, como si se tratara de un objeto caído del cielo, sin historia anterior a aquel tórrido sábado de un julio inquietante y augural.
Juan Benet, El aire de un crimen
se ha comentado que esta novela, se aleja un poco de su obra. Este fragmento lo desmiente. Buena selección, Es importante no olvidar a Benet, Alcedoa,...
ResponderEliminarInteresante esta cita de Benet uno de nuestros grandes. Seguirán discutiendo en ese pueblo sobre el caño?. Un saludo
ResponderEliminarAunque esta novela tiene pasajes muy buenos, sigo prefiriendo otras cosas que ha hecho. Quedó finalista del premio Planeta, se vendió más que las otras, pero me da la impresión de que es un intento frustrado. Ni es tan "fácil" como dice él, ni le ha quedado bien intentar ser más fácil. Supongo que las cosas no quedan naturales si tratamos de hacer lo que no sabemos hacer.
ResponderEliminarabrazos!