La curiosa vida de Rousseau

Un día fui a una librería y me compré dos libros. Era una librería absurda y sólo había libros absurdos pero muy baratos. Me gustan los libros de ese estilo. Compré una edición de El contrato social de Jean-Jacques Rousseau (qué bien suena) que me costó un euro. Pero de tapa dura. Lo cierto es que aún no he leído ese libro, pero sí el estudio preliminar. Me gustó tanto el estudio preliminar que decidí no seguir leyendo. Para qué. Eso sí, en la Universidad me hicieron estudiar a Rousseau demasiado. Aparecía en todas partes. Aún sigo encontrándolo en los sitios más raros. Pero bueno, hoy quiero poner algunos fragmentos de ese estudio preliminar. La vida de Rousseau está muy bien, una maravilla, absurda y casi tan fantástica como la entrada dedicada a Galois en la Wikipedia (en la que se dice que Galois murió a los 20 años "por culpa de un lío de faldas"). Estos son los fragmentos, me reconozco en el último y eso es muy triste:

Después de ser bautizado, [Rousseau] sigue vagabundeando por las calles de la capital piamontesa como era su gusto. Nuevo "flirt" con una comerciante morena, Borile. Después entra al servicio de la señora de Vercelis. Cuando ella muere se apropia de una condecoración ya vieja que ofrece a la sirvienta Marion en señal de amistad y otras cosas. El robo es descubierto. Rousseau acusa a la inocente Marion y ambos son despedidos. El recuerdo de esta cobarde acción le perseguirá toda su vida.

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Corre el año 1732, Rousseau da lecciones de música y se transforma en amante y hombre de confianza de madame de Warens. El contacto íntimo y sexual con esta mujer le espabila y a la vez hace pulir sus formas e ideas.

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Su actitud hacia el bello sexo no cambia. Durante el viaje [a Montpellier] se deja seducir por la voluptuosidad de madame de Larnage. Al regresar junto a madame de Warens, se da cuenta de que ha sido suplantado en su puesto de amante, cosa que le alivia, puesto que siempre ha preferido tratarla como "mamá", no como mujer. Gracias a ello puede dedicarse de lleno a su instrucción autodidacta.

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Desde su anterior estancia parisina se había ganado amigos y amigas. Posee la mirada ardiente y el rostro atractivo y, a pesar de lo que confiese después, se le quiere. Diderot le encarga artículos de música para La Enciclopedia. Conoce a Fontelle y a Marivaux; entra en relación con Condillac. Refunde para la Corte una comedia de Voltaire y una ópera de Rameau. Penetra en el gran mundo, pero al mismo tiempo, hacia 1745, intima con una criada de veinticinco años prácticamente analfabeta: Thérèse Lavasseur. Esta será en adelante su compañera. Unión desigual que fue el tormento de su vida. De ella nacerían cinco hijos, todos ellos abandonados sucesivamente en el hospicio.

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La manía persecutoria latente en él se agrava. Se imagina que existe una conspiración de todos sus antiguos amigos, en complicidad con todo el género humano, para humillarle, deshonrarle y calumniarle. [...] En sus delirios persecutorios cree que las verduleras le venden más barato para humillarle con limosnas, las carrozas se desvían para aplastarle o salpicarle de barro, la tinta que le venden es blanca, para impedir que pueda escribir su justificación; todo el mundo le espía y le vigila. Así nos lo consigna en sus extraordinarios Diálogos, que un día quiere depositar en el altar mayor de Notre-Dame de París (24 de febrero de 1776), pero no puede hacerlo por encontrar la verja cerrada.

Estudio preliminar sobre Jean-Jacques Rousseau