20 enero 2009

Suburbian empty movie I

[Fragmento HA 2b,?]

- Es caro.
- Sólo son diez liras.
- ¡Es caro! No pienso pagarlo
- ¿Y qué piensas pagar entonces?
- Menos.
- No hay nada más barato.
- Sí.
- Que no, que he estado mirando.
- Sí lo hay.
- Por Dios, Guillermo, ¡que no! Hazme caso alguna vez.
- Es caro.
- No pienso caminar más.
- ...
- ¿Oyes? No pienso caminar más. 
- ...
- ¿Qué haces?
- Me voy.
- ¿Por qué?!
- Voy a buscar un sitio más barato.
- ¡Pero por qué no me haces caso! No hay sitios más baratos. ¡No hay! Maldito tacaño...
- ¿Qué?
- Tacaño. 
- Adiós.
- ¡No! ¡Espera! ¿Dónde vas? ¿Cómo volveremos a encontrarnos? ¡Guillermo! ¡Espera!
Así fue como se quedó solo en medio de Estambul, la calle subía con una leve pendiente y la gente hablaba en las terrazas. Guillermo se hacía pequeño y luego giró una esquina. Se había quedado solo. No del todo solo. Un asqueroso perro callejero lo miraba con pena. Quita de ahí, asqueroso perro callejero, y siguió andando hacia arriba pero no sabía muy bien hacia dónde iba, ni si la calle iba a terminar pronto o tarde. No sabía. Llegó a una plaza. Fotos. Eso es lo que se hacían los turistas junto a unas columnas romanas y brillaban sus gafas de sol, las piernas musculadas con los músculos relajados; las vacaciones. Arturo se sentó en un banco. La gente pasaba y fruncía el ceño, las palomas buscaban comida por el suelo. Le rodeaban poco a poco. Estrechaban el círculo. Las asustó y salieron volando en diáspora. La turista del sujetador rosa lo miró con desdén apenas un instante y un taxista tiró el cigarrillo por la ventanilla y las brasas rodaron por el suelo, oscureciéndose. Nubes. O eso creía. Lo cubrían y pronto el sol desaparecería y empezaría a llover. 
- Hola.
Un tipo con cicatrices en la cara, salido de una película de acción de serie B. Tenía una camiseta de cuello alto, verde, que marcaba sus pectorales en decadencia. Tejanos sólidos, sucios, tejanos americanos. 
- Hola -dijo Arturo.
- ¿Quieres practicar un poco de inglés conmigo?
- Vale. 
- ¿Qué haces aquí?
- Descanso.
- ¿Por qué estás solo? -Arturo levantó los ojos y lo miró tal y como hacen las palomas.
- Se ha ido mi amigo.
- ¿Se ha ido?
- Sí, nos hemos enfadado. 
- Me llamo Halil.
- Arturo.
- ...
- ...
- ¡Y dime, Arturo, te gusta el fútbol?
- Más o menos.
- ¡Jaja! Nos llevaremos bien.
Le faltaban algunos dientes. las cicatrices añadían tragedia a sus arrugas de persona que ha reído mucho o llorado mucho. Un tipo duro. 
- ¿Qué haces en Estambul?
- Turismo.
- ¿Ya has estado por el centro, amigo? -my friend, my friend, todo el rato así.
- No.
- ¡Pues no sabes lo que te pierdes!
- ¿Qué?
- Oye, calma, somos amigos -my friend my friend.
- Perdona, estoy un poco disgustado -pausa, aspiración de mocos-. Dime, qué hay en el centro.
- ¡Las mejores mujeres que hayas visto nunca!
- ¿Sí? -la turista del sujetador rosa se arrodillaba para recoger una moneda. Nunca te pondrás morena, turista del sujetador rosa.
- Las mejores mujeres de Turquía... y de Europa... ¡Del mundo! -my friend. 
- Jeje -Un tipo curioso. Su camisa no transpiraba. Manchas líquidas que no acababan de oler mal.
- ¿Quieres que te enseñe mi garito favorito?
- ¿En el centro? -dijo Arturo-. Está muy lejos de aquí. Tengo que esperar a mi amigo.
- Venga hombre, deja a tu amigo. Si os habéis enfadado es mejor que estéis un poco cada uno por su aire, ¿No?
- No.
- Que sí, hombre, vamos a tomar algo por ahí -Cuando cerraba la boca apretaba los dientes y la mandíbula parecía crugir.
- Pero...
- Sí, hombre, confía en mí tío -my friend-. ¡Taxi!
Se detuvo un taxi modelo Fiat. Halil esperaba a Arturo de pie, hizo un gesto con la mano para que entraran. Sonreía. Arturo se levantó y se encogió de hombros. Vamos, dijo, total, no voy a encontrar a Guillermo esperándolo aquí, pensó. Halil reía, venga vamos, tío. Reía. Arturo pasó bajo sus brazos y entró por la portezuela. Halil reía. Halil miró alrededor, por encima del coche, sus ojos giraron sin detenerse sobre nada en concreto. Halil dejó de reir. Halil tenía un plan. Crugió su mandíbula. Estaba serio. Las cicatrices ahora parecían de la guerra o de los bajos fondos o del navajazo de su ex-novia y sus ojos eran cánceres sedientos y se parecían un poco a los del perro callejero que Arturo había asustado antes. Cerró con suavidad la portezuela del coche y su rostro fue de nuevo una máscara como sacada del teatro de Éfeso y volvió a reir y le preguntó a Arturo por sus novias, si no habían sido muy malas con él, si se habían dejado follar bien. 


The good the bad and the queen - Nature Spring

3 comentarios:

  1. Seen the arrow on the doorspot
    Saying, "This land is condemned
    all the way from New Orleans
    to Jerusalem"
    I traveled through East Texas
    where many martyrs fell
    and I know no one can write the blues
    like Blind Victor Balcells.
    TU turururú, tu turururuúuuuuuuu

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  2. Tu nivolusca ha llegado con el mail de la mañana, ha encontrado un miembro erecto y poca prensa nacional.¿Dónde está la turista de sujetador NARANJA?Que aparezca un instante en el estanque lunar. Por favor, que aparezca.

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