Era dulce aquel tóxico,
aquel filtro o narcótico del amor en tus brazos:
un dragma de beleño, phelandrio, tejos fúnebres.
Un día te alejaste. Como un golpe de mar
te arrebató, desnuda, la galerna de Europa.
Pienso si salvarías al menos del naufragio
el samovar de plata.
Pablo García Baena, Agatha 2
Hola Victor, ¿cómo estás?. Acabo de leer este cuento y me he acordado de ti; quizá, simplemente, porque hace poco coincidimos en un céntrico bar. El caso es que te lo mando por si no lo has leído y te apetece hacerlo, sólo son siete páginas.
ResponderEliminar(espero que te llegue porque no tengo ni idea de cómo funciona esto...)
http://www.librosgratisweb.com/pdf/palma-felix/venco-a-la-molinera.pdf
Un saludo, Cris.