04 febrero 2009

Suburban empty movie V

[Fragmento HA 2,?]

(Viene de IV...)
Arrojado a la ciudad, despojado de su dinero, ultrajado. Las risas por detrás, el oprobio funesto, las miradas opacas en los callejones y desde las ventanas. Las pipas humeantes, el Cuerno de Oro, los puentes, sus pescadores. Atravesó la ciudad entera absorto y en aparente calma, pero en el estrábico movimiento de sus piernas había perdición y alrededor de sus ojos las cúspides de un orgasmo nunca ocurrido. Las putas lo habían esquilmado sin placer. Entre sus manos quedaba la posibilidad perdida de pechos anatólicos, en su bolsillo había carencia de dinero y de llaves. ¡Y siempre es importante tener las llaves! Estambul, de noche, una fregona opaca, traslúcidos líquidos amoniacales emergiendo de los bares, luces distantes de los Kebaps de última hora, las putas milongueras hacia las discotecas y barrenderos, todos al unisono, zas zas, raspando las aceras, eliminando detritos y defecaciones; taxis y gritos cavernosos en las cabinas, semáforos colgantes, acueductos desacralizados, manos alzadas en los templos, estéreo sorround de mezquitas y cánticos, la palabra de Dios, Alá. 
- ¿No quieres cenar aquí, my friend?
- ¿Una copa, my friend?
- ¿Hispaniolo?
- Yo no pescar nada, my friend.
Golpear de olas contra el puerto de Usküdar, macilenta glora de niños jugando con sus refrescos en la plaza, zapatos en venta, despertadores en venta, arroz con garbanzos, por favor, my friend, recién cocinado y a la boca. Lenguas fuera y las muchachas atrofiadas en gestos impávidos, todas para Arturo, en ese instante, eran putas, y todos maromos, confianzas entregadas en postluminiscencia, acordes trillados de baladas puritanas. Hipócritas. A través del puente, otra vez, hacia Sutanahmet, geometrías de cañas de pescar distendidas, charlas agónicas entre luminarias, el agua meciéndose, infestada de peces petrosolidificados, efímeros brillos fluorescentes en sus dorsos. La vida se elevaba desde un fondo que, aún siendo transparente, tenía un grado de contaminación inaceptable. 
- Good night -dijo solícito el recepcionista-tabernero de la pensión. Arturo pasó de largo.
Irrumpió en su habitación.
Guillermo estaba tumbado boca arriba con los ojos abiertos. Chirriaban los trenes y las vías detrás de la ventana.
- Guillermo -dijo Arturo.
- Déjame en paz.
- Guillermo, me han robado.
Guillermo lo miró.
- ¿Qué?
- Me han robado todo lo que tenía.
- ¿Quién?
- Un prostíbulo.
- ¿Qué quieres decir? ¿Que has estado en un burdel mientras yo lavaba la ropa?
- Me han obligado, ha sido sin querer.
- ¡Pero qué dices!
- Ha sido sin querer.
- ¿Estás loco? ¿Has follado?
- ¡No, joder! Me han robado.
- ¿Qué te han robado?
- 600 euros.
- !
- Sí. 600.
- ¿600? ¡Es todo lo que tenías! ... ¡Es que no vas con cuidado! -Guillermo se incorporó, despeinado- Ostia -cerró la ventana. Pum.
- Me han engañado.
- ¿Quién?
- Conocí a un tío cuando nos separamos y...
- ¿Y ahora qué hacemos si no tienes dinero?
- Marcharnos de aquí.
- ¿Eres idiota o qué?
- No, no...
- ¡Gilipollas! ¡Estamos en el puto culo del mundo! ¿Qué hacemos sin dinero?
- Tú tienes dinero.
- ¡Pero no para los dos!
- Oye, tenemos que marcharnos de aquí ahora. 
- ¿De qué me estás hablando, idiota? ¿Sabes la hora que es?
- Huyamos a Grecia.
- ¿Por qué quieres huir?
- Tengo miedo. 
- ¿Pero cómo les has podido dar el dinero? ¿No has luchado?
- Sí, pero...
- Eres un puto mariquita.
- No, es que...
- ¡Inútil!
- Que no, Guillermo, que...
- Y yo lavando toda la tarde la ropa mientras tú estabas de putas. 
- Por favor...
- No vales nada. 
- ¿Qué?
- Que no vales nada, joder. 
- Sí, sí, pero...
- ¿Pero qué?
- Nos vamos de aquí.
Partieron pocas horas después, hacia la medianoche, en el Transhelénico, y unas americanas juguetonas los miraban por los espejos y les decían my friend, cálidamente. El espacio era un lugar vacío, recorrido por tramos de líneas luminosas. Lo demás era ya del dominio de la materia oscura. Y no había respuesta. La verdad dejó de constatarse como una posibilidad de lo concreto.


Doves - Snowden

4 comentarios:

  1. Es genial. Igual que todo siempre. Pero te confieso que estoy irremediablemente perdida en esta novela que ya debe de ir por ¿qué número de páginas?. Me parece más larga que 2666. ¡Qué ganas de leerla sin interrupciones!!!

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  2. A mí también me suena o quizás debería decir resuena? ;)

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