El que más me gusta de él es éste. Su final es efectista y perfecto. Abrazo8
Vino primero frívola -yo niño con orejas- y nos puso en los dedos un sueño de esperanza o alguna perversión: sus velos y su danza le ceñían las sílabas, los ritmos, las caderas.
Mas quisimos su cuerpo sobre las escombreras porque también manchasen su ropa en la tardanza de luz y libertad: esa tierna venganza de llevarla por calles y lunas prisioneras.
Luego nos visitaba con extraños abrigos, mas se fue desnudando, y yo le sonreía con la sonrisa nueva de la complicidad.
Porque a pesar de todo nos hicimos amigos y me mantengo firme gracias a ti, poesía, pequeño pueblo en armas contra la soledad
También parecieron locos sobre tantas ruinas. El ambiente influye tanto en uno, sobre todo cuando uno es un romántico...
ResponderEliminarRuina frescam especias en la paella soñada, guarda cama, guarda cama...
ResponderEliminarMagistral. Sólo eso. Magistral.
ResponderEliminarEl que más me gusta de él es éste. Su final es efectista y perfecto. Abrazo8
ResponderEliminarVino primero frívola -yo niño con orejas-
y nos puso en los dedos un sueño de esperanza
o alguna perversión: sus velos y su danza
le ceñían las sílabas, los ritmos, las caderas.
Mas quisimos su cuerpo sobre las escombreras
porque también manchasen su ropa en la tardanza
de luz y libertad: esa tierna venganza
de llevarla por calles y lunas prisioneras.
Luego nos visitaba con extraños abrigos,
mas se fue desnudando, y yo le sonreía
con la sonrisa nueva de la complicidad.
Porque a pesar de todo nos hicimos amigos
y me mantengo firme gracias a ti, poesía,
pequeño pueblo en armas contra la soledad